miércoles, 21 de julio de 2010

SIN NOMBRE.

Entonces la situación es la siguiente; Me encuentro sentada frente a esta pantalla intentando introducir una entrada a mi blog, carente de alguna idea o pensamiento que plasmar en este escrito, mis dedos no responden muy bien y no logran conectarse con facilidad con mi mente, entonces me encuentro aquí sin mucho que decir solo lo que quiera ser escrito.

Los días han transcurrido normales, exceptuando un par de acontecimientos de los cuales no tengo mucho deseo hacer memoria, mejor escribiré sobre algo un poco más interesante para mis sentidos, me encontraba yo como en este momento frente a esta pantalla relumbrante el día Sábado cuando un deseo casi maldito entro a mi cabeza sin ser llamado, -deseaba adueñarme de la noche-, salir a caminar e introducir alcohol a mi cuerpo para diseminar mi desgracia haciéndola mas tolerable, decidida a hacer realidad mi deseo me dispuse a salir de la habitación y luego de la casa en que me encontraba y me encuentro para tener contacto directo con la noche, pero primero por una razón aún desconocida decidí decirle a un completo desconocido con el cual solo había intercambiado unas cuantas palabras y frases interesantes como otras carentes de sentido, que me acompañará a adueñarme de la noche o al menos penetrar en ella, inesperada respuesta encontré al recibir de aquel hombre aún desconocido para mí un positivo a mi deseo, entonces decido sin más no almacenar en mi cabeza ningún tipo de expectativas referente a ese encuentro ademas porque ya eso había pasado a un segundo plano, solo tenía en mente cumplir con mi deseo sin pensar en nada o nadie más, después de esto el sonido del teléfono me informa que ya es hora de salir a nuestro encuentro, me dispuse entonces a recoger un poco de dinero en una caja casi oculta que poseo, salir de la casa y penetrar en la noche, la luz medianamente débil de la luna golpeo en mi cara en el mismo momento en el que mi cuerpo se encontraba irrumpiendo en su noche, al poco tiempo al haber superado la ceguera temporal en la que me encontraba logre reconocer la inolvidable luna menguante que me había abrazado con su luz, entonces por un momento deje de repudiar la vida y de mi cabeza salio la estúpida idea de querer adueñarme de la noche, pues tan agradable bienvenida no sería respondida de manera tan vulgar por mi parte, ademas, quién era yo para adueñarme de tal belleza¿? ni siquiera logró soportar mi vida, cómo lograría entonces hacerme generadora de vida en tan bello espectáculo¿? pues en mi estado auto destructivo era sensato pensar en lo pronto que acabaría con ella, decidí dejarme llevar por la noche que me había bienvenido y sonreí sin mas musa que la misma noche sumergiéndome en la idea de los bellos recuerdos que podría confeccionar gracias a ella, entonces camine a través de ella a el encuentro de aquel personaje de el que hable anteriormente... LUEGO SEGUIRÈ!

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